
Una gatita azul con las tetitas del dorado tigre de mi gatita muerta. Misterio mi mirada para no volver azul la rosa roja, parece que ha vuelto azul y transmigrado a otra especie mediante el transformismo poco escrupuloso que los espíritus, debido a su impotencia cual la de los vivos ante todos los atropellos, se gastan, SU ALMA, su propia alma.
Estoy convencida señá Pizark de que usté se llevó a mi gatita ya que no pudo llevarse a muá. Pero, a mi vez, estoy convencida de la contrapartida: En mi sueño del viernes 22 de septiembre de 1972, una voz, de una especie de dios, advertía a la bella dama que moría en la tierra del fuego: "Podrás salir (ella reptaba por el túnel de tierra, seguro que de su enterramiento, escarbando con las uñas y con su otra mano sujetando una antorcha ---más Pizarnik que eso: Y hasta después de muerta yo te buscaría con una antorcha encendida por todos los desiertos del mundo, Amor mío perdido---) pero si no encuentras el Amor, aquí volverás para siempre"; y esa es la contrapartida: ¿No puedes marcharte debido a una, te he cumplido con la inhumana resistencia que siempre demostré ante la muerte, aquel deseo que formulaste de habitar entre los aparecidos?
¿Ahora eres una sensual Gatita Azul ya que no Loba con el espíritu de mi gatita en tu espíritu? Grande ha de ser tu espíritu para acoger a todos mis compañeros muertos, compañeros de vida, ¡qué mascotas ni qué pollas que dicen estos mohatreros!