Mantua, antes que a tanto literato que se las da y dio de inmortal, sólo por recibir unos premios otorgados por gente con la misma sensibilidad que la de ellos, de lo contrario no les premiarían, premios con tanta nombradía como mercachifle o misma académica-mercantil corrupción.A los cinco o seis años de tu muerte y yo en mi marginación desconociéndola. ¿Estos eran los ojos marrones que soñaste tener? Ojos marrones de los que se recitaba o escribía en mi crepúsculo de junio de 1972 aquellos versos:
Dime, hijo ¿Por qué no tengo yo unas alas tan bellas
con ese noble tono y círculo marrón?
(Anoté en el cuadernito que aquel "círculo marrón" daba la impresión de ser un iris)
Pero tampoco puedes preguntárselo a ella.
El amor por la lengua.
La Palabra: El Amor.
Repito: ¿Estos eran los ojos marrones que soñaste tener?
.... Pero tampoco puedes preguntárselo a ella.
Ni tú pudiste preguntármelo entonces; ni ahora, yo.
Aunque tu lila luz por mi respiración, y entre mis costillas hundida en mi corazón, naufragio de tu fantasma en mi fantasmal vida, suyos los declaró ya abiertamente en diciembre y 2002, día de mi cumpleaños. ¡Mira, hoy se festeja la onomástica del nombre que te autoimpusiste!