¡Bebe tu vino! (Ese resto hundido del iceberg que se salva del sexo y reconocemos todos por nuestro nombre: YO)

Lograrás la vida eterna
(aun sea la del borracho)
El vino es lo único capaz de restituirte la juventud.
¡Divina estación de las rosas
el vino y los buenos amigos!
(dudo yo que en todo tipo de botellón existan los buenos amigos
...pero esto es poesía)
¡Goza del instante fugitivo que es tu vida!
(quizá disfrute el pendón desorejao, sea macho o hembra, así,
más bien se amargan la vida y quizá para los restos
los no pendones,
además del ningún o escaso placer que obtengan
de arrastrar sus vidas por lugares, experiencias, en el fondo ni deseadas)

(Omar Kayyan arreglado por mí)

Bebe tu vino,
metáfora del sexo y sus engaños el vino aquí.
Sexo, que quizá emborrache más
pues ante ti mismo te pone,
ya saben aquello de que sólo de la inocencia infantil
el borracho o el loco la verdad espera,
y que uno se gusta hasta disgustándose,
no luches contra tu peor enemigo tu mejor amigo
que únicamente puedes ser tú
(¿quién te perdonará si tú no lo haces?
preguntas así que sirvieron para acallar sus conciencias
a todos los criminales;
y si ellos las acallaron así, y el mal fue el peor de los males:
el contra otros realizado a plena impunidad,
¿cómo no perdonarte a ti si el daño que te infligiste
fue algo a lo que te empujaba el todo?)
No puedo maldecirme,
sexo no practicante se expresa en "bebe"
...Uno mismo, de, hasta quedarte seco,
hasta vaciarse las neuronas de contenidos.

Lograrás la vida eterna.
Atente a la promesa de Kayyan,
aunque ni alcance a adormecerte la conciencia
como su alabado vino no lo hace,
la conciencia de tu yo intransferible condenado a no ser
desde el sexo solitario que va contra toda regla
y por eso es así, así está, así lo tienen...
Pues tienen tu sexo a pesar de todo,
lo tienen, ya que ni tú.
Y de ahí, esa alegría de idiota,
se pasa a la vida eterna.

Y da lo mismo el vino que la copla
aun la cantase sor Juana Inés,
Juana de Asbaje en el siglo,
otro sexo solitario condenado al abandono de sí mismo
...y sólo por sobrevivir en vida que ni vivir se merece
(Si esta trampa fue la que nos preparó dios
ni merece ser vivida.
Las únicas mujeres que lo comprendieron
fueron aquellas mujeres griegas de las indecentes democracias primeras,
tan indecentes como las de ahora, tan democracias,
aquellas mujeres que se suicidaron en masa en los gineceos) :
El diablo del romance
En cada copla una fuerza
en cada verso un hechizo.
Tiene un agrado tirano,
que, en lo blando del estilo,
el que suena como ruego
apremia como dominio.
El vigor penetrativo
se introduce en las potencias
sin pasar por los sentidos.
Tiene una altiva humildad
que con estruendo sumiso
se rinde para triunfar
con las galas del rendido.
Tiene qué sé yo qué yerbas.

Ah los místicos,
ah mi Juana de Asbaje en el siglo
conquistando a su Virreina con sus versos
que no con las galas y la vida regalada
ni las espadas y oros del marido.
Estas almas exquisitas, cual la de Juana,
mutiladas por la Iglesia.
Almas de las que puede decirse el verso de ella:
Tienen qué sé yo qué yerbas.
Bien las conocemos:
las yerbas hermosas del amor auténtico,
de los limpios instintos, de los correctos,
los que hacen favor a uno mismo y a quien ama.

El sexo y los buenos amigos:
Lograrás la vida eterna.
Confieso que desconozco a los últimos,
y ni la escasa suerte tuve de conquistar Virreinas.
Se desconoce sin buenos amigos mi buen sexo:
para nada me desagrada mostrar mi desnudez,
el círculo de soledad que en mi entorno ha trazado la misma
ayudada tan eficientemente por la escasez de recursos,
esos materiales y circunstanciales que te acercan a Virreinas,
aun sea para morir por ellas,
para que ellas mueran de amor por una
¡QUE SUCEDIÓ CON JUANA INÉS,
NO LO CALLÉIS MÁS BIÓGRAFOS
SUCIA SOCIEDAD CULTURAL!
No me importa mostrar mi desnudez de recursos,
que con nada vine al mundo,
no reclamaré el máximo
.... si solo viene dado.
Me temo que el "por añadidura" de un tal Jesucristo
falló conmigo:
Virreina ninguna en mi panorama.

Y eso que atraigo con el sexo
más que el clásico colapso gravitacional.
Se mirarán en mi singularidad
con más ahínco que Narciso en la fuente.
He hecho, me disteis los materiales,
del sexo una soledad
por la que se os tiene que diluir un mundo
(me ayude el CERN en la hazaña)
Soy el animal sexual más auténtico,
dado que habitamos en la dimensión
DE LA SOLEDAD INMENSA:
sexo idéntico,
homo contranatura
que hasta hoy y hoy mismo nos apodan y apodaron.

No puede ser más auténtica condición sexual
ésta desde la que te escribo
repitiendo lo que hace siglos dijera Omar:
Que el vino y los buenos amigos
te envuelvan con las Rosas de una Nueva Estación;
pero cuida de que no te embeoden.
Es trágico pasar de estado sin la plena conciencia,
perdida ésta entre las uñas de un rosal,
trago de amor puro, traguito de vino.

El vino de los buenos amigos....
Y en este vino no veo el sexo que pudieran tener,
si solitario o no.
En este vino veo su extremo más lancinante:
ese resto hundido del iceberg
que se salva del sexo
y reconocemos todos por nuestro propio nombre:
YO