la prensa, amarilla rosa o negra, hasta en estos "ecos de sociedad" a los que llaman literatura, de lo más rimbombantemente, dándose pisto (y "a judías" les cantan los gases digestivos, nada de menús vegetarianos, cuando menos florales sobremesas, o antemanteles) siendo su auténtico nombre letrinillas, letrinejas.Tristemente una, la recitadora bajo el paraguas que le costó la vida, pues te condenaré a muerte, le amenazaron según escribiese, le amenazaron los dioses retorcidos, sus criaturas inconscientes, o al revés, torpes criminales ambos.... Y la otra sonriéndose tristemente, pues qué asco de escritura debajo de sus ojos (Casi como la indiferencia infantil con la que la recitadora y su hermosa Voz que hacía todas las oposiciones para Aparecida, coge con su mano izquierda el libro del cual recita, que no las lindas palabras de su corazón brotándole por aquellos hermosos labios; indiferencia infantil hacia el libro que recita y el cual honoró a tal altura que desnudó para él sus piernas apareciendo así en la fotografía, y mirada de desamparo ante el objetivo del que preparase ese montaje fotográfico claramente abusivo de la persona de ella) sujetándola con su mano derecha... cuando en esa desconocida izquierda o inconsciente, todavía, ¡a esas alturas de mis cuarentaitantos años! desconocía yo su existencia, o lo que es lo mismo, sólo figuraba con dos renglones de cuanto escribiese en una asquerosa antología, ahora me lo parece, de poetas suicidas, eso es todo lo que me acercase la cultura en castellano a la muerta por impublicada poeta (¡¿poeta?! ¡no! Ella tanto como yo renegamos de ese término acuñado por las sociedades de criminales ladrones zopencos con la suficiente astucia para pasar por cultos. Ella, yo: POESAS, ella además rusa y Kolikovsky, que no quiere ser ni argentina, y yo también rusa sólo por no estar lejos de ella, LA IZQUIERDA MÁS IZQUIERDA DE TODAS LAS POLÍTICAS, PUES LA AUTÉNTICA RAZÓN BELLEZA Y POR TANTO LA JUSTICIA); cuando en esa desconocida izquierda, pues su estancia bajo el paraguas o la vida no guarecedora no amparadora, fue sin suerte, o una condena a muerte, de las más rastreras condenas a muerte, mucho más que las ejecutadas sobre periodistas, escritores, que matan por esas guerras, o esas paces, por expresar opiniones, mucho más rastrera condena a muerte, ¡pues encima has de ahorrar tú la bala al estado, como en China, tú pagas tus propios 50 seconalazos o la navaja con la que te abres la yugular!; cuando en esa ignorada izquierda... Mi corazón: Su Voz, su persona, su tan como los niños, persona, ¿por eso la reclamaron los sepultureros de los cielos, que ella decía de dios, sepulturero de los cielos, por ser tan como los niños, tan alma, su preciosísima persona?, saliéndoseme del pecho con esos cacho ojos escépticos inquisidores.
Y he venido a este escrito a resaltar algo que me da de lleno en los ojos cuando abro este ordenador en el cual figura como fondo de pantalla esta fotografía:
Lo que nos parecemos, mi queridísima poesilla, lo que nos parecemos estas dos poesas en esa pose, de una expresar desprecio por lo que hojea a su derecha, y la otra, ya sólo indiferencia por su izquierda, lo que nos parecemos a las famosas Tablas entregadas en todas las religiones por los dioses a sus "elegidos", no sólo Yavé a Moisés, la Tabla Esmeralda de la diosa egipcia de la sabiduría, nada de Thot, a... María la egipcia, ya que no, o sí, Miryam de Migdal, a todas las Grandes Damas, sibilas tartésicas de la noche masacrada, por eso olvidada, de los tiempos.
Sí, a las famosas Tablas, como aquellas en las que en mis sueños de dieciocho años, alguien, un Cristo de luz, escribía con luz un texto que él solo se convertía en Tablas, que eran a la vez ese Pantócrator Cristo lumínico, y la otra mitad de la Tabla algo como al que dicen su padre, un dios piedra en el cual entran y salen, cual los gusanos en las manzanas podridas, humanos. Texto de luz del que sólo nos quedasen dos palabras al despertar, a modo de encabezado o destinatario y del autor o firma, idéntica palabra en ambos casos, palabra griega como las del olvidado texto lumínico: EÇ, EÇ.
Pues he aquí que tú y yo en esta fotografía somos a modo de aquellas Tablas, la Esmeralda con toda la sabiduría, tan olvidada como la de mi sueño y su desaparecido en las brumas oníricas texto lumínico. Somos a modo de aquellas tablas: Texto lumínico que ha dado su sangre, su vida, por emerger de entre las sombras, la oscuridad, la supina estupidez o criminalidad del mundo.
Tú y Yo. Somos mis únicas Tablas de mi sola Ley, mi Religión del Nombre en la que tú me armaste sacerdota allá por mis sueños para ocupar el Sumo Pontificado que dejaste vacante cuando te asesinaran o te muriesen (Y estamos de acuerdo mi querida poesilla: Esto que acabo de escribir sí que joderá a la panda leprosos de la más infecta mediocridad que sin el más mínimo pudor decencia se atreviesen a esgrimir recado de escribir, por el que darán cuentas, ya lo creo que darán cuentas, y como lo tengan que pagar tan caro como nosotras lo pagamos en este mundo, en un otro mundo, pobres mierdas) Y yo soy la parte derecha, la horadada de gusanos, cual el dios sedente de piedra de mi sueño, que salen-entran, este met-sac inmoral peor que el de cualesquier violación, de mi vida, ¡¡que se atrevieron a formularse alguna vez con su presencia en mi conciencia!! Tú: Mi Luz. Por eso me mantienes a tu derecha, paraguas que hubiese querido guarecer tu vida, ampararla, de adentrarse en mí (la una en la otra hasta desaparecer) en mi circunstancia y no en la de aquellos bufones que preparasen tu última fotografía en tu trono de condenada, sí toda una histriónica representación, sólo hubiese faltado que el paraguas fuese la caña que figurase de cetro a la vez que de corona de espinas, único parasol paradesgracias para tu cabeza.
Y al escribir "gusanos que salen-entran, este met-sac inmoral peor que el de cualesquier violación, de mi vida, ¡¡que se atrevieron a formularse alguna vez con su presencia en mi conciencia!!", siento que vu Voz de Aparecida con aquel
Sangre desflorada
Alma mía de nieve,
sólo estaba expresando la verdad, la verdad de mi sangre que así se siente, violada, violada desflorada por toda esta inmundicia humana, macho sobre todo, pero también hembra; la verdad de mi conciencia, nívea conciencia, conciencia sin afecto alguno por humano ninguno, a no ser víctimas cual una, tú la más cercanita, la que se gastó proezas en mi nombre de guarecerse en mi corazón estando muerta, y de cumplir desde ahí su promesa de figurar en un 5 de diciembre y 2002, de Aparecida, de luz lila Voz. Aunque para piropearme dijiste solo ver rosas cuando hacia mí miraste traspasando todos los abismos, sea o no sea de nieve, y sea o no sea TU, y sólo TU, alma.
Nos devolvemos las miradas tan miraculosas: Y sólo vemos rosas cuando nos miramos, sólo nos adentramos en los jardines de la una, la otra, en los jardines o sonidos edénicos, cual los que reclamabas.
EÇ, EÇ, nos llamamos, o Sombra y Sombra, de lo tanta Luz, estas Tablas de la Vida, el Nombre.
(Ver aquí, Lunes 12 de marzo, textos con esta misma fotografía y contenidos paralelos, o En "Solo veo rosas" ya.com, octubre 2005, escrito titulado con sus palabras: Yo soy una minúscula marioneta rosa con un paraguas celeste:
Dice en "Textos" y será en "Versos anarquistas a tu flor mística" ¿o en "Versos para denostar al dólar"? ¿o bien en "Liras para escupir a la peseta"?, todo ello "Ciclo social"; dice:
La recitadora canturreó:
(Y AQUÍ LA TENEMOS OTRA VEZ DE SIBILÍSIMA DE SU PROPIA VIDA)
Tu paseo bajo el paraguas será sin suerte
pues te condenaré a muerte. )
