Cómo me fabrica un terrorista, o al revés. En programa a semejanza de este epígrafe bautizado, y yo no condeno, o hago condenar, a nadie por "apro-

piación indebida", hago poner en negro vídeo o material alguno con venda en boca y ojos de (por) la censura: ¿quién te dio permiso, cuánta pasta, para exhibir parte de las burradas que yo y mis invitados podamos verter a nivel de lo más público dado que como somos académicos, o doctorados, o aprobados por los mismos, nos podemos tales extremos permitir, pues que nos los subvencionan?, subvencionan y no precisamente la audiencia, que lo mismo pasa cuando se escriben libros: enriquecerse de la publicidad gratuita con la que los mismos se venden solos, y no importaría siquiera si llevasen algo escrito, lo mismo que el cuento del sastrecillo y el emperador nos muestra que no hay mejor traje que te corten que el ir en porretas, ¿quién te dio permiso?, y si tu intelecto se siente tan ofendido, escribe todo un libro que nadie te publique... si es que para escribir todo un libro nos consideras tan interesantes, materia de alguna distracción lingüística, como si no tuvieras tú demasiados libros propios que atender y sobre lo que te hubiese apetecido, o puñalada que lo mismo, te hubiese apetecido repartir.
Parrafada larga me dedica el alter ego del sr. Punset, ¡o mío!, entrevistado o dejado circular por mis diarios. Pues sí, como lo oyen: "Cómo me fabrica un terrorista, o al revés". Lo cierto es que nunca lo pensé: que dios, el que me o nos fabricase, pudiese ser un terrorista. Aunque vaya en mi defensa que tampoco había caído que yo, ya ven, yo, pudiese ser toda una fábrica ambulante de dioses (tal que todos ustedes tan babosos con al respecto de ese tema) o sea de terroristas.
¡Bien pensado invitado del sr. Punset en este programita parafraseándome titulado! No puedo celebrarle como correspondería dejando muestra en este diario, subiendo pequeño trozo de vídeo ejemplo, ya que ello es constitutivo de delito. Bien pensado: Un terrorista me fabrica, o al revés, no por sus niveles culturales bajos (más bien deben tener pasta contactos para saber desenvolverse, como todos, en la vida, sea para dedicarse a quitarla) sólo si siente agraviada de la forma más insoportable su propia dignidad o la de grupo.... Si todos cuantos nos sintiésemos así, entonces, TODAS sobre todo, tuviésemos los adecuados contactos "para saber desenvolvernos en la vida, sea para dedicarse a quitarla", deduzco... ¡La de terroristas! Se cagarían, pues, y por las patas abajo, los amigos yanquis, verbigracia, que se dedican a matar las moscas a cañonazos, si tuviesen que invadir cada terruño donde la dignidad insoportablemente herida hiciese surgir un terrorista.
O ¿Cómo me las maravillaría yo de fabricarme como terrorista?
Milagroso escrito éste que nadie leerá, pues es el original, ¡origen!, de "Cómo me fabrica un terrorista". Dando por entendido que no hay mayores terroristas que todos los indecentes que en este mundo de cucarachas ostentan algún poder... Fíjate la de.... ¿Cucarachas, o terroristas?
Y vaya, ¡al carajo con el epígrafe que me copiaron!, voy y pongo, más apropiado si se trata de comento sobre "Redes" (más valiera que fuesen mejores y más físicas, nada de ensoñaciones que crean monstruos, psiquiátricas, o parásitos pagados como prospectores de los orígenes del terrorismo, cual si se estuviesen buscando los de la mismísima vida) : EL PRINCIPIO ORTÓPTERO. Que ya es el principio de todo, aunque consideremos a dios un terrorista, que me fabrica o yo le fabrico, según la filosofía que ustedes profesen, si deductiva o in.
EL PRINCIPIO ORTÓPTERO. O Rey, nada de Príncipe, y nada de las tinieblas, pues hizo la luz.