Mi gatita desde su séptima vida. Con Chiquitina, Chini, Chinina se quedó por nombre, no le dio tiempo a crecer para poder cambiárselo, cosa que quizá no hubiese admitido, pues era muy suya la muy felina.¿Cómo puedo estar viéndola si ella está muerta y yo no? Sencillo según la física cuántica y con palabras de Alejandra: Pues ella está muertvid como yo vidmuert.
Esta es la preciosidad a la que veía paseándose delante de mí estando muerta, estado crepuscular en el cual ¿por qué no nos encontramos Alejandra y se acaba todo, no con mi fin particular, sino un más universal, siempre fueron excesivas mis ambiciones? ¿Por qué sólo aquella bruma blanca sin rostro en la que me sumiste, por qué tu voz tan clara, de esta vida, tu lenta y triste, tu grave?
Me has despojado de todos mis queridines cabrón fantasma, quiero habitar entre los aparecidos: Primero mi más chuleta que el Tutú del Monte que tú mencionaras, mi perrito de la foto de abajo que te llevaste de aperitivo antes de aparecerte, 2002, después, cuando empecé a circular por aquí con estos diarios que sólo dos leen, a esta chiquitina, y ahora a la Belleza cuya foto y mensaje de despedida y promesa de reencuentro hemos colgado de "Sexo del alma", donde puse su foto por primera vez, tal que de esta Chiquitina hay foto de ella más abajo.
¿Por ello me la dejas ver paseándose cual si su amita y ella volviesen a habitar el mismo plano de esta realidad tan retorcida cual sólo de dios ortóptero obra, porque sientes remordimientos de otra vida de haber sido tú el fantasma desencadenante de, por querer a mí sorberme de una definitiva y perra vez, llevarte a todos mis queridines?
¡Aparecéte tú, me cago en la leche! Apareceos las otras dimensiones a éstas trenzadas, retorcidas, ¿por ellas escondidas? ¿Quién se esconderá de quién, qué, de qué?
Alas ojos de tan noble ferocidad, dije de tu pariente salvaje mi Chinina, pero tú los tienes de dormidina.
