viernes, 5 de diciembre de 2008

Un sol amarillo anaranjado se eleva sobre mi cabeza

Convirtiéndome en Dios,
un sol amarillo anaranjado se eleva sobre mi cabeza
en este horizonte que parece
estar donde yo misma
¡estar yo en él!
La ubicuidad me crece:
Estar allí y aquí mirándolo.
-Eres el dios del que nace la tarde
-decirme yo a mí misma de mí misma y creerlo-
la grandeza te nace de la frente
como torrente de vivísima luz
que a compartir viniera con los santos
sus pictóricos halos
simulacros de santidad en sus rostros,
que a compartir viniera con los poetas los héroes
por una vez el laurel y no la espina
siendo así la concha de mi cráneo
tierra fértil por aljibes de agua no salada ensangrentada.

¡Ay! Aparecer así ante sus ojos:
Dios desmedido,
no demedrada criatura.
Siento vergüenza de mirarte mientras no sea
ese dios que me aproxima a ti en esta tarde,
ese dios que me aproxima tanto el cielo
que lo funde en mí misma,
Alejandra el nombre de la nube en que viajo,
que a ello me conduce.
La puesta de sol que me precede
es el heraldo que me anuncia,
mi ciencia que domina los crepúsculos
corre a abrirme las puertas de la noche.
Tú resides en mi alma porque en algún lugar de ella te encontré,
esa noche detrás de todas las explosiones de soles anaranjados
.... hace ya mucho tiempo.

Este poema de los años ochenta a uno de los tantos estúpidos deslumbramientos que ayudan a lanzar por el retrete de los acontecimientos los años de tu vida, arrojarla a las ruedas del carro de la sociedad que ya te atropella de sí... Y bien mirado sería mejor que te matase (en tu caso se cumplió Alejandra) ese torpe deslumbramiento que no la necia y sucia sociedad, la hipócrita la nefasta (también ayudó y mucho esta necia y brutal sociedad que nos asfixia, en tu caso Alejandra) Este poema te lo dedico a ti, cambio el nombre que en él hubiere, hoy a 2003, por el tuyo, a ti verdadera lumbre para una vida a la que nadie supo acercarse dejándola consumirse en su divino fuego hasta morir.
Alejandra, mi sol a ti te lo dedico, en este horizonte que parece estar donde yo misma ¡estar yo en él! Tú que fuiste tocada de ese sol o amor amarillo anaranjado crepúsculo poniéndose saliendo sobre tu cabeza... en los dominios de la noche. Tan como la mía. Esa noche detrás o dentro de todas las explosiones de soles anaranjados.
"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!




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