domingo, 7 de septiembre de 2008

¡Que no se puede existir sobre la sangre que fue derramada entre alaridos, sobre las conciencias que fueron enmudecidas de igual modo!

Un pensamiento tonto de otro anotado por nuestra mano de años:
"Una cosa que no deje mi lengua bien hablada para que mi cabeza acabe de comprenderla mejor, me atormenta como el fuego del infierno." M. Sanz. Dice aquí la notita. Ahora mismo ni sé quién es este sr. sra. Ellos primero pues siempre así se pusieron. Si fuimos las mujeres caballerosas:
Vosotros delante
aunque todo se espante,
la primera la madre Natura.

Y a propósito de lo medio, o de lo tibio según los Evangelios, estar en medio, ser así de imbécil (no la mediocridá alacránica por mí tan mentada) : ¡¿Quién, qué pospuso al plano medio humano, que suele llevarse todas las bofetadas, qué más evangélico que eso, para primar las cumbres de la santidad, la excelencia, o disculpar las catacumbas simiescas?! He ahí: Suele llevarse todas las bofetadas; y entre dos que se matan o con ello amenazan, si te pones tú en medio, lo más seguro que eres tú el muerto. Decía a continuación en mi hojita escrita con mi mano de hace años que ahora teclean:
Aquí se nace para ser animal, para ser santo;
y el que se queda en medio,
ese es el que recibe todas las bofetadas.
Seguro que estaba relacionado de algún modo con la nota primera, el pensamiento de autor o autora desconocido que citaba.
¿Me atormenta como el fuego del infierno aquello que no entiendo, pues mi lengua no habla?
¡Me atormenta no poder hablar lo que me gritan las entrañas!
Y entonces, ¿qué me gritarían?
Amor homosexual, vida homosexual deshecha destrozada
a manos de la inexistencia.
Y ¿qué ahora?
Quizá lo mismo, pero ya ratificado:
La vida, el mundo, se cobró el triunfo de mi inexistencia.
Han sellado la lápida.
Pero hay muertos que continúan hablando o escribiendo,
son así de pertinaces,
no sólo Alejandra.
Seguiré hablando hasta que tapen el ataúd a mis huesos,
cadáver insepulto os demando la conclusión,
poco importa si os lleva otros treinta años.
Yo... Seguiré escribiendo.
Sea en el lecho que agonice este físico mío tan maltratado como su alma,
sea con ese alma debatiéndose entre dos mundos.

Y cuando ya definitivamente alcance las playas, no supongo que mejores,
de esa Otra Vida que aquí vemos perfecta,
seguiré hablando allí, ante eso que llaman Dios,
ante el coro de estúpidos ángeles y demonios simiescos,
para que el Yo descanse con su TODO ya dicho,
¡con su todo ya oído por este todo coro de demonios o santos que ahora habitan la Tierra,
que la habitasen durante millones de años,
y que fueron los únicos a dejarse oír en este lado!,
sucio lado de un Todo sucio, de un Más Allá sucio también...
Pues existió y jamás debió osarlo.

¡Que no se puede existir sobre la sangre que fue derramada entre alaridos,
sobre las conciencias que fueron enmudecidas de igual modo!
¡Que no se puede existir,
que no tenéis derecho,
que Dios, si hubo un Dios, una Energía,
no debió crear nada sobre los alaridos
de los cuerpos y de las conciencias!

Sigue contándome la hojita:
Seguro que acabaré perdiendo la razón como Nietzsche (hoy pienso en Alejandra. Aunque nada de locos, sobre todo ella que ni siquiera sifilítica) y sin haber follado en plan sifilítico (Nietzsche, el gran sacudido por su inteligencia, casi tanto como por no aceptar su homosexualidad -¿Y cómo podría hacerlo en un mundo de machos, él dándoselas tan de lo mismo?-) Ya que la luz no la puede aguantar el que se niega a ser santo sabiéndose animal.
Y me viene a la cabeza el título de mi libro ignorado de todos, como todo lo mío: "Esta luz sepultada". Debiera haber escrito: ¡Esta luz que sepulta! Dios sepulturero que dijo Alejandra, para no recordarme a mí diciendo lo mismo o peores adjetivos de eso que dicen dios. O como Unamuno: "Para hacer Cielo aquí en la Tierra, para hacer Tierra allí en el Cielo". ¿Tú crees sr. D. Miguel que Cielo aquí en la Tierra se podría en medio de las masas y sus "rebeliones" (entrecomillo de la mierda de rebelión. Ser masa o ser mierda) que dijo tu contemporáneo Ortega? ¿Tú crees que eso que es Cielo, tú crees Alejandra, vamos, dime, aunque yo creo que ya me has contestado con los múltiples mensajes oníricos, ¡y con tu misma voz en mi oreja diciendo sólo ver rosas, pero añadiendo: alma mía de nieve!, la tuya también no sólo la mía; tú crees, vosotros creéis, debéis saberlo, que algo como la Tierra que nos robaron, a ti también sr. don Miguel, estoy segura, se nos puede devolver allá en el Cielo? Repudio infinito de la existencia toda.

Para recibir los trallazos de la inteligencia
(continúa la hojita)
¿no estaba mejor preparado Nietzsche que una?,
recibir los rayos de luz blanca o negra de ella desprendiéndose.
Y sin embargo él sucumbió, fuese la sífilis.


Y bien se comprende que el Amor no es de este mundo;
pero que tampoco lo es la Inteligencia.
Y ahí está el hecho monstruoso que lo prueba:
La conjura universal contra las mejores cabezas

(Todavía le faltaban algunos años a John Kennedy Toole para que le publicasen su novela
...póstumamente, ¡aunque la hubiera escrito hacía ya años!
...Cosas del tiempo.
Le faltaban años para que se la publicasen y hacía años que la había ya escrito, cuando una reflexionaba esto. Cosas del tiempo del dios hijoputa que a su imagen crea. Lástima que no nos crease también a nosotros a su imagen. Pero claro, ¿dónde hubieran ido las diversiones de la masa en sus "rebeliones"? No todos podemos ser idénticos, para satisfacción de tantos, orgullosos ellos de su "a imagen de dios")
La Inteligencia no es de este mundo,
pues es un don de Amor venido
(que nada tiene que ver con el dios que decimos, aclaro ahora... Y también podemos aclarar, o preguntarnos: ¿Será dios amor como tanto se cacarea desde los Evangelios?, ¿o será odio?, ¿o será envidia?, ese cimiento de sus tantos hijos.
Que duda cabe que cabe duda que Amor e Inteligencia de "Dios" provengan.
Fin de mi hoja, no de mi vida, quiero decir: no de la muerte vivida.
"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!




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