tura,

la de a la derecha, la de a la izquierda, cuál más mierda política, cuál más mierda mundo, el de los muertos, el de los vivos, y cuáles los vivos, los muertos cuáles? ¡Y fíjense cómo el fantasma de ella se rebela ante el que alguien la sustituya, cómo me rompe en dos, cómo asoma por mitad de mi camisa, a la altura del corazón, ¿con la insana intención de seguir recitando la basurilla de otros, "
glande inflado", cual si a pedos, pero
de tinta? Glande. Tiene bemoles que eso sea toda la literaturlich, poco chocho, o mucho chocho pero sin fémina, aunque hablando de parir la obra,

hubiese sido lo más natural, y hasta el pedorro de dios ser diosa y no precisamente a pedos sino por más altas condiciones que a los ovarios le sobran faltándole a los huevos vanos... aunque inflados, y no solamente de tinta, sino de cuantas baratas soberbias.
Y esto sigue siendo RELIGIÓN DEL NOMBRE, aunque a tantos se la infle de la risa, y no sólo mi religión propia e intransferible (¿Cuántos habrán tratado más sacralmente al Verbo, aparte de las Pizarnik,
sacrificar cada palabra en las ceremonias del diario vivir, los Cristos?) sino todo cuanto que tratan con el mismo respeto, con el mismo "auténtico" "acercamiento", y ese su nombre falso y los nombres falsos de cuanto hablan, escriben.