Erguirse sobre los hombros de la nada, dije de mi Poesis, santo verboto (verbo está de lo más depreciado para serlo una) en este mismo diario hace dos

días. Erguirse sobre los hombros de la nada. Mientras un sr. dedicado a la ciencia, diera lo mismo la parcela de poder a la que se dedi-que-case o de la que se val-ga-iese, plasmó aquello del "A hombros de gigantes" hasta la saciedad repetido, para denotar que si algo hizo él, o hiciera quien fuese, fue de cabalgar sobre los resultados de otros antes, de otros tan gigantes cual al que aspira uno, y ya lo es dado que la circunstancia te lo regalase: poder dedicarte en cuerpo y alma a lo que todo te inclina, lo único que te motiva.
Pues bien ¿No juzgarán acaso, si es que a una juzgan, primero deberían oírnos, que nuestro -mi- erguirse sobre hombros de la nada es todo un soberbio desatino, mientras que el haber ido ir a hombros de gigantes es la humildad comparativa?, una humildad, mi madre, tan sospechosa como la predicada por la eclesiástica hipocresía, permitid que os añada.
Esto es el mal pensar consuetudinario del gregarismo consuetudinario del macho consuetudinario, pues donde únicamente reside soberbia es en el gigantismo que a otros añadimos, sean enanos o no, o del gigantismo del que nos suponemos; sin embargo mi a hombros de la nada es la suprema modestia: sé que todo es nada, lo que es una... ¡Pero a pesar de todo ningún dios hijoputa (1) habrá de darme permiso o no para erguirme, mi vida tan quebrantada se basta sola para permanecer de pie, para volver a erguirse por más que nos talen, o tiren de nosotras para reducirnos a ese mismo amasijo de hombros o raíces de nada que para nada protestan de su nada, el mundo en el que se desenvuelven como lagarto en las piedras les parece de lo más perfectísimo!
Pero esa es la gran desgracia, o el macho vacuo llamaría el "eterno femenino", gran desgracia o auténtico ser femenino (¿dónde, en quién si no en la mujer?, aunque los andróginos de los que se suponen constituidos ciertos padres de la lengua, que a sí mismos por ello se tienen, antojos de caballeros, también se consideren de lo más femenino) : La individualidad. Nadie mejor que los aislados o los marginados para representar eso, al ETERNO INDIVIDUO. Ese es nuestro único, con mayúsculas, MISTERIO. Hasta las Pizarnik, que dadas sus fotografías tal parecieran legión, son y no son yo, decía ella de sus fotos.
(1) A lo escrito aquí, 12 de enero, titulado "Estos poetas tan correctos" (por no decir poeta-estúpidos poeta-catedráticos de la a tope gilipollez pretenciosidad, "expertos" ¿? en sentimientos, expresarlos, y lenguajes, al igual que la psicología and su clínica compañera psiquiatría también son "conocedores" ¿? de lo mismo, alma psique) añadimos lo que aquí también es pertinente:
Ningún dios hijoputa, o lo que es lo mismo, no creo que se den por aludidos sino lo escribimos detalladamente: ningún hijoputa catedrático, académico, propietario-s de la cultura o de los medios económicos políticos. Ningún hijoputa de éstos habrá o no habrá de autorizarme desautorizarme.