
Del acogedor Arca a pares del escrito de abajo, Arca a pares o parir de lo rebosantes, a este terror propiciado por la soberbia que bautiza con tan apropiados nombres "Insumergible" a lo que ha de ahogarse al primer contacto con elemento que nació para dominar.
Todo el mundo tuvo sueños premonitorios con aquel barco, hasta los novelistas y ya es decir, menos los que debieron tenerlos: cuantos en él se ahogaron, incluido el radiotelegrafista que pudo salvarles si no es porque aquello, la horrible tragedia de los desgraciados, le pilló... en sueños, como el que es pillado en paños menores, sueños pero sin sueños, ya no premonitorios sino in situ, in horam.