
llegado ese momento lo que signifique haber parido una sola palabra decente en el mundo, ellos: su muerte; tú: tantísimas otras antes de esa hora.

Mi especialísimo modo de celebrar ¿? esta gansá del día del libro, ¡ESTA PEDAZO DE HIPOCRESÍA! mejor dicho, de parte de todos estos analfabetos del alma que se las quieren dar de cultos pasándose por la garlopa de los palabrajos cervantinos o shakespirianos. ¡Míralos, qué vergüenza, todos ahí recitando las hastiantes palabras quijotescas como si no tuviesen otra cosa que hacer, los vagos! ¡Todos ahí vaciando de significado, si es que alguno tuviesen, a fuer de repetirlas, las quijanescas palabras del medio hidalgo! Desfilando delante de un atril desde el que se leen unos a otros, personajes importantes y oscuro pueblo que por allí se descuelga para, y por un solo día en la vida, codearse con la alta sociedad, disculpa la novela por entregas cervantina.
¿Asco, teatro títeres, o literatura? ¡Cuánta defecación del retrete humano os inunda el día del libro! ¿Os quedaría a los muertos, ¡a los asesinados! en nombre de la decente Palabra ganas siquiera de apareceros entre tantas
babas hilos morados sangre aguada de estos criminales y sus delictivas celebraciones?