martes, 1 de septiembre de 2009

Está más vivo un libro (¡Oh mis anotaciones Fermat a los márgenes d las páginas d los libros d otros!)

En un escrito con el título "Prometeo" de Kafka.

Kafka: De Prometeo informan cuatro leyendas; según la primera, por haber delatado a los hombres fue encadenado al Cáucaso..... (Kafka sigue, yo aquí no)
Según la segunda, a causa del dolor de los picotazos, Prometeo se aplastaba cada vez más sobre la roca, hasta que llegó a confundirse en un todo con ésta.
....
Según la cuarta, todos se cansaron de lo que sin motivo había pasado. Los dioses se cansaron, las águilas se cansaron; cansadamente se cerró la herida.
........

Mi nota: De ahí se hace Dios el hombre. El dolor que te convierte en algo geológico de algo biológico, que a su vez te convierte en lo que más profundamente eres: Algo físico, ese terreno del ALGO INMENSO FÍSICO que aún desconocemos.
Y aquí nos sataniza Kafka a Prometeo: el que acusa, el que delata.
¿Consistiría en ello, DELACIÓN, el fuego divino que entregó éste, Prometeo, al hombre?
No. Ya hemos visto que la divinización vino por el dolor que nos hace semejantes a las rocas; o, más aún, física más profunda: semejantes a las partículas de que estamos hechos, tan inmortal energía como ellas.

Mas ahora que lo releo, lo dicho por Kafka y lo por mí anotado, estoy dispuesta a conceder a Kafka y, por lo mismo, a retirar la autoridad del Papa del Vaticano y su adoctrinamiento para la fe en esto; estoy dispuesta a concederle que la DELACIÓN, "EL QUE ACUSA" llaman los adoctrinados cristianos al que consideran el oponente de su Dios no parándose a pensar que pueda ser su Dios mismo, DIVINIZA. MÁS VALE UNA ACUSACIÓN A TIEMPO QUE CIEN MIL, CIEN MIL MILLONES DE ELLOS, CHANCHULLOS CALLADOS DE POR VIDA, DE POR TODAS LAS VIDAS EN TODAS LAS SOCIEDADES Y TIEMPOS. Diviniza: Te convierte en madrépora calcárea en el camino muerto de tus aguas (para autocitarme de uno de mis luminosos, aunque breves, poemas) En madrépora, en roca, en firme basamento de la vida... todas las algas creciéndote como a la Medusa la melena.

Y este magnífico párrafo del pequeño gran judío, que tampoco fue nunca judío, nunca perteneció a secta religiosa de restringido pensamiento con ese nombre, como no lo fueron ni Alejandra Pizarnik, ni Einstein. De Freud y su psicoanálisis, otra secta, ¡y más peligrosa pues se autodenominan encima ciencia de la aceptada! (no solamente Freud sino tantos más), no diría ya lo mismo:
Según la cuarta, todos se cansaron de lo que sin motivo había pasado. Los dioses se cansaron, las águilas se cansaron; cansadamente se cerró la herida.

Cansadamente se cerró la herida. Pero se abrirá de nuevo. Y esta vez no por el hígado de Prometeo, ¡por mis hígados! (juramento), ni por mis hígados, sino por el hígado de los que a base de picotazos le aplastaron de tal modo contra la roca que no tuvo ésta más remedio que modelarse a lo Miguel Angel con el rostro del a la fuerza convertido en molde o modelo del geológico taller de escultura de la diosa Natura
"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!




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